«¡Queridos hijos! Hoy, como Madre, os invito a la conversión. Hijos míos, este tiempo es para vosotros un tiempo de silencio y de oración. De esta forma, en el calor de vuestro corazón, podrá crecer la semilla de la esperanza y de la fe; hijos míos, día tras día sentiréis la necesidad de rezar más y vuestra vida se volverá ordenada y responsable. Comprenderéis, hijos míos, que estáis de paso aquí en la Tierra y sentiréis la necesidad de estar más cerca de Dios y con amor testimoniareis la experiencia de vuestro encuentro con Él, la cual compartiréis con los demás. Estoy con vosotros y oro por vosotros, pero no puedo hacerlo sin vuestro “Sí”. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!»
Mensaje a través de Marija Pavlovic
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